30/8/09

Toda la semana al sol


Los lunes, los martes, los miércoles... ¡y toda la semana al sol! Porque ésa es la conclusión a la que llegué en Marrakech, que los autóctonos de allí se pasan la vida sentados en una caja de refrescos (de cerveza no, porque es pecado), un ladrillo o el mismo bordillo de la acera, viendo las horas y las guiris pasar, y con un par, ¿eh?, que para aguantar los 45 grados a la sombra hay que tenerlos muy bien puestos. Asentaditos en la caja y bien puestos. ¡Qué admirable! Una no puede decir lo mismo, por desgracia, porque se fundía cual mantequilla incluso bajo el cobijo de una palmera. Y eso que en una ocasión decidimos coger el autobús guirístico para que "nos tocara un poco el fresco". El "fresco", ¡ja! ¡Ilusas! ¡Si ahí el fresco lo ven sólo cuando abren la nevera de a pilas! Pero nosotras a lo nuestro, también con un par, sentaditas en la parte descapotable del autobús, gafas de sol, abanico en mano y gorro en la cabeza, para no fundir más neuronas de las imprescindibles, preparadas para recibir gustosamente el "fresco" como a un amante insaciable. Y a la media hora se nos estaba derritiendo la pasta de las gafas, la etiqueta del gorro y el aro del sujetador. Aaaaah, pero nosotras ahí seguimos, cual jabatas. "A su izquierda tienen tal, a su derecha pascual", y nosotras venga a girar el cuello, mecánicamente, emperradas en no perdernos ningún monumento, pese al principio de insolación, por si acaso pasaba el califa de nuestra vida con sus veinte camellos y sus cuarenta esposas y nos quedábamos sin verlo.

Aaaah, Marrakech, qué lugar más bonito si no fuera por el calor, por los pesados de los comerciantes, de los encantadores de serpientes, de las echadoras de cartas, de las tatuadoras de henna, de los vendedores de los zocos, de los conductores de burros y carretas, de los taxistas, de los falsos guías y de los hombres en edad casadera y que, sin necesidad de subirse a un andamio, te dicen amablemente en la lengua de Cervantes: "bella dama, es usted más linda que un día sin cuscús."

Muy bonito, sí, pero a Alá pongo por testigo que no volveré a pisar Marrakech sin llevar al lado un hombre con una espalda más ancha que un armario empotrado. Palabra de Adler.

14/8/09

Próxima estación: paraíso gaditano




Con motivo de nuestras próximas vacaciones, cerramos el chiringuito y nos vamos con nuestras maletitas a Cádiz, previa parada en Sevilla, aprovechando el viaje. Así que sevillanos paren la calefacción que no queremos achicharrarnos, y gaditanos saquen el buen tiempo de paseo que allá vamos a disfrutar. En Cádiz tendremos el lujo de estar en Costa Ballena, un paraíso de tranquilidad, donde mi hermanita, que es muy lista tiene un pisito la mar de majo y me lo presta por unos días. Así que disfrutaré de la piscinita, de la playita, de los paseitos, vamos de la vida relajada…ah y de sus gatitas, que nos la deja para que nos vallamos haciendo a la idea, porqué en Septiembre nos llegan dos gatitos de dos meses a casa….

Lo dicho que nos vamos al paraíso, las mejores vacaciones que uno puede desear a estas alturas del año y del verano, cuando ya todos estamos agotados, los madrugones pesan y el calor no nos da tregua. Pos lo dicho nos vamos a Cádiz………….