El lunes será un día triste y gris, y no sólo por la amenaza de lluvia (que también) sino porque aquí servidora, que ya no recuerda ni la clave de acceso a su ordenador del curro, vuelve de nuevo a la rutina de ganarse el pan.
Sí, señores, se acabó lo que se daba: la buena vida, el levantarse a la hora del aperitivo, el acostarse a los maitines, el quedar con éste y con aquél a comer a cenar o a lo que se tercie, el salir de fiestuqui sin necesidad de lanzar furtivas miradas al reloj de muñeca (al de los demás, porque servidora no usa de eso), el ahorrarse los malos rollos con el jefe y con la jefa, con los clientes que son más malos que un dolor de piedra, el vivir sin horarios, sin preocupaciones, sin tensiones, sin estrés...
Por Alá, digooooo, por Dios, ¡qué pocas ganas tiene una de volver a dar palos al agua!
¡Y cómo entiendo al fin a Barcomari!
Nena, es duro, pero enseguida se pasa. Por suerte o por desgracia, nos adaptamos con facilidad a las situaciones.
ResponderEliminarEso sí, el día 9 de octubre me voy a reír yo de vosotros cuando estéis todos currando y yo me pille 10 diítas de vacaciones. Que para eso me he comido el veraano tórrido del infierno currando mientras los demás estábais en la playita o al otro lado del estrecho :p
Y no te digo nada Vadertini, que lleva todo el verano comiéndose los muñones. Le va a dar un ataque de risa en noviembre del pelo de aquel del innombrable láser azul...
Si ya lo dijo aquél: el que ríe último... ¡no entendió el chiste!
ResponderEliminarNo sean crueles, por caridad...
Sin crueldad w-) tú vuelves, y yo me voy...dos días de tortura china, y me largo de vacaciones :D
ResponderEliminarQue para eso he tenido un verano de aupa :-L
Ánimo, se pasa pronto :p